Juan Sebastián, hijo de Carlos Vélez tenia como destino todos los domingos en la mañana ir al cerro de las tres cruces, a vender naranjas ; el padre de Juan no le presto mucha atención, pero siempre le pareció gratificante que su hijo pudiera valerse económicamente por si solo, pues en este trabajo le iba muy bien, hasta las personas le pedían que llevara mas productos, principalmente le pedían refrescos pues subir la loma era algo agotador... Y fue así como a Don Carlos le surgió la idea de crear un negocio allí.
Él tiene 49 años, 17 de ellos lleva en el Cerro, vendiendo refrescos y “mecatico de todo tipo” como él dice. La tienda esta en la cima cerca de donde están las tres cruces que le hace alusión al nombre del cerro.
-Los días donde mejor me va son los domingos claro que no falta la gente que sube los días de semana y ahí se hace alguito.
El cerro para él es como su segunda casa, y por eso llega a sentir tristeza y rechazo de algunas personas que suben solo a fumar, dañando de esa manera el ambiente tranquilo y sano que el sitio debe tener. Y así como esa clase de personas no le gustan, también hay otras personas que son de su total agrado que van en familia ya sea por salud, por mantenerse en forma, para practicar deporte, o también los que suben por cumplir promesas, penitencias a Dios o a la Virgen, este tipo de personas van mas seguido es en semana santa.
Don Carlos, un señor trigueño y de contextura normal, un poco menos tranquilo da a saber que le preocupa, igual que a varias personas que viven cerca del cerro o que van allá desde hace algún tiempo, las construcciones que se roban el terreno verde del sitio, la falta de seguridad que hace que hallan robos, mas que todo en semana cuando hay mas poca gente subiendo. Él cree por la pertenencia que siente que debe de haber entre todos cultura, apropiación para que el lugar sea mejor y la situación no empeore cada vez mas.
Transcurre media hora y él cuenta la historia que le ha parecido mas particular -Un señor que viene mucho me comentaba que tiene un amigo que era alcohólico y el un día lo invito a subir, y le quedo gustando así que sube frecuentemente, me conto que el amigo ahora es una persona sobria y no se toma ni un trago –con una sonrisa, afirma- este cerro le devuelve la vida a uno al igual que el ejercicio.
Para Carlos Vélez el cerro tiene historia y él hace ya parte de ella después de estar tanto tiempo en ese mismo lugar, como también hace parte la gente que lleva mas de treinta años subiendo a el cerro.
¿Cuál sería la idea principal y secundarias?
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